Economía

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julio 19, 2023 Economía 0

BREVES APUNTES SOBRE EL DESARROLLO ECONÓMICO DE LUIS MOYA, ZAC.

por Luis Manuel Herrera Hernández

luismanuel.herrara@desanfranciscodelosadamealuismoya.org

En los años 60’s la economía de Luis Moya se basaba fundamentalmente en la agricultura y la ganadería, parte importante para la subsistencia de las familias más desprotegidas, las de 300 ejidatarios del ejido de San Francisco de los Adames; no había empresas ni industrias que ofrecieran empleos permanentes y bien pagados por lo que varias familias tuvieron que emigrar a la ciudad. La primera familia fue la de Don Refugio Mendoza que llegó a la Ciudad de México y se constituyó en el apoyo fundamental para todos los paisanos que se aventuraban a buscar mejores condiciones de vida. Llegaban a su casa, siendo bien recibidos con un exquisito desayuno y un merecido descanso, hasta que llegaran familiares por ellos, después de comunicarse por teléfono. A los que no tenían conocidos les daba trabajo de cortadores, costureros o deshebradores hasta que se acomodaban en un mejor trabajo; varias familias siguieron esa profesión, la familia Herrera Hernández, Arenas Luévano, Medina Serafín, Sánchez; sólo por mencionar algunas.

En 1966 se estableció el primer taller que fabricó ropa interior de punto para damas, caballeros y niños del Sr. Salvador Herrera Hernández. A un local que le compró a Don Armando Díaz de León en la calle principal de la carretera, taller que ocupaba un promedio de 25 costureras luismoyenses, luego se estableció el primer taller especializado en la fabricación de brassier, con el nombre de “Brassieres Reynita” del Señor Javier Herrera Hernández contando con 10 trabajadoras especializadas en la elaboración de esa prenda, las señoritas Ramona Arenas, Magdadelia, María Teresa Fernández, Angélica Martínez, Teresa Rodríguez y Mariana Luévano; tenían una destacada calidad. También el Sr. Javier Luévano contaba con su taller; aunque eran pequeños talleres, Luis Moya se dio a conocer como municipio textil en el centro del país, gracias a ese reconocimiento en el sexenio del presidente Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) con la idea de industrializar el campo fundó la secretaría de desarrollo rural (FONAFE) o fondo nacional de fomento ejidal construyéndose 300 empresas en todo el país de acuerdo a la condición rural que había en la industria agrícola, ganadera, pesquera, textil, fabricación de abrigos de piel de conejo, chamarras de piel de res zapata, elaboración de mezcal y tequilas así como desarrollos turísticos en Colima, Jalisco y Nayarit.

Bancas de Jardín que manifiestan el compromiso social e las fábricas de ropa

En los 60’s nuestro pueblo carecía de todos los servicios como en la mayoría del país, sin agua potable, drenaje, electricidad y pavimentación. Las construcciones en su mayoría eran de adobe sin enjarrar, casa con un zaguán y una o dos recámaras, pisos de tierra. Gracias a la fabrica de ropa inaugurada el 28 de abril de 197, el cambio económico empezó en nuestro municipio al haber un ingreso por semana seguro gracias a las maquilas del pantalón de mezclilla de 14 Oz para trabajo pesado y a la novedad del pantalón de tejido canasta tipo topeca de planchado permanente y a la calidad que alcanzaron las obreras, se llegó a producir 2000 pantalones diarios con un promedio de 100 trabajadores. Lo que dejó deslumbrado al gobierno federal y estatal a pesar de que no había apoyos de programas gubernamentales, el municipio se iba desarrollando por lo que generaba su propia riqueza y atrayendo a otras empresas como Congelados Mexicanos “STOKELY” con 300 empleos directos e incontables indirectos en la producción agrícola de brócoli y coliflor para su exportación; también llegó la planta de Pedro Domecq o “VIDES” con 100 empleos y un gran apoyo en la producción de uva para vino y la cereza del pastel con la llegada de Banorte dando apoyo crediticio y financiero al sector bonetero que ahora es el que sostiene la economía del municipio, así como la industria culinaria por tradición desgraciadamente por falta de certeza jurídica, apoyos federales y estatales.

También los ejidatarios participaban en los servicios al pueblo, donando bancas

Se conserva la fama de Luis Moya como municipio textil, pero su decadencia es notoria al permitir que las empresas como STOKELY, VIDES y BANORTE se retiraran por insuficiencia de apoyo. El esfuerzo de los pequeños talleres que subsisten y boneteros, por los que se sostiene la economía del municipio necesita de una auténtica comunicación y unión para crecer, abrir nuevas fuentes de empleo como se está intentando con el florecimiento del cultivo de la uva de mesa: globo rojo, cardenal y blanca. Ejemplo a seguir es el consorcio de “UVAZ” (Unión de Viticultores Asociados de Zacatecas).

Ahora la búsqueda es por el cultivo de la uva de mesa